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Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Sin embargo, por suerte o por desgracia, la actual generación de consolas será más recordada por los remakes y los reboots más que por las secuelas de algunos de los juegos más populares de los últimos años.
Mirror´s Edge Catalyst es uno de estos casos. EA DICE nos ofrece aquí una reimaginación del origen de la historia protagonizada por Faith Connors que se convirtió en un título de culto tras su lanzamiento en PlayStation 3 y Xbox 360, y lo hace con varios frentes abiertos. Por un lado intenta ampliar su target y llegar a todo tipo de público, por otro intenta no decepcionar a quienes ya disfrutaron de la aventura original hace unos años, y por otro intenta sacar partido de la tecnología actual, mantener la sensación de velocidad que tan buen sabor de boca nos dejó en su momento, y añadir nuevas mecánicas que dinamicen la experiencia.
La runner más famosa de la historia de los videojuegos ha regresado. ¿Han conseguido sus creadores mejorar la propuesta original? Vamos a verlo.
La imagen superior representa claramente lo que trataré de expresar con este análisis. Que no cunda el pánico, el juego no está roto ni es un mal título. Mirror´s Edge Catalyst es un reflejo en alta definición de lo que vimos en la entrega original, pero cuenta con algunos rayones que impiden que veamos la mejor imagen de lo que EA DICE ha intentado crear para nosotros.
Empezaré por la historia, el apartado que considero más relevante en todos los juegos salvo en los clásicos FIFA y shooters anuales, y que precisamente era uno de los puntos fuertes del Mirror´s Edge original. Sin ser exactamente el centro de atención, la primera entrega nos ofrecía una interesante trama de traiciones e intrigas en la que nuestras ganas por conocer la verdad aumentaban con cada paso que dábamos.
En este reboot la sensación no es la misma. El trasfondo se supone que es conocer el origen del tatuaje en el brazo de Faith, pero apenas se hace referencia a esto un par de veces contadas en la historia, y cuando llega el momento resulta un poco decepcionante. Dejando esto aparte, la nueva aventura tarda en arrancar, y aunque presenta algún amago de giro argumental, no llega a dejarnos clavados en nuestro asiento esperando descubrir qué es lo que viene después.
Mirror´s Edge Catalyst nos presenta una sociedad clasista en la que los poderosos son costantemente atacados por las diferentes facciones rebeldes que buscan liberar a los ciudadanos de la monitorización absoluta que KruegerSec lleva sobre sus vidas.
https://www.youtube.com/watch?v=A1yj8iVkZcQ
La historia comienza con la salida de prisión de Faith tras dos años de encarcelamiento al haber sido capturada por KruegerSec, la organización dirigida por Gabriel Krueger que monopoliza y controla todo cuanto sucede en la resplandeciente ciudad de Glass. La runner se muere de ganas por volver a la acción y demostrarle a todo el mundo que aquel incidente no fue intencionado y que sigue estando en plena forma, y con esta premisa comienza nuestra carrera.
Los personajes principales apuntan maneras. Se nota que desde DICE han querido transmitir realismo con ellos tanto a través de su diseño y su personalidad como de su forma de expresarse. Resulta especialmente emotiva la relación entre Noah y Faith tras su reencuentro al principio del juego. Sus conversaciones reflejan la relación especial que la corredora tiene con el hombre que la rescató tras separarse de sus padres y que la convirtió en lo que es, pero que también le exige más que a nadie.
Del mismo modo se puede sentir la rivalidad que la protagonista mantiene con Icarus, el runner que ocupó su lugar durante su ausencia y que asegura ser mejor que ella, o la amistad que todavía guarda con su fiel amigo y compañero de aventuras Nomad.
Sin embargo, y pese a los esfuerzos de los desarrolladores por conseguir que empaticemos con ellos, ningún personaje secundario acaba de alcanzar el carisma o la importancia suficiente en la trama salvo Noah, por exigencias del guión, o Isabel Krueger, por el mismo motivo. Incluso Gabriel Krueger, un poderoso hombre con su propia visión del mundo que se nos muestra como nuestro principal enemigo, queda un poco desvirtuado al aparecer apenas un par de veces en la historia hasta que nos acercamos al final del juego.
Este título también peca de caer en algunos clichés clásicos como el de utilizar al típico personaje informático, friki e inadaptado socialmente que se ha construido su propio robot defectuoso o el ya mencionado amigo bobalicón Nomad, que por cierto se pasa el día sentado, vagueando y pidiéndonos que hagamos sus labores…
Todos estos detalles son los que impiden que una entretenida historia consiga ser además intrigante y adictiva. Para que os hagáis una idea, es una situación similar a la que sentimos cuando estamos en casa viendo una buena película que ya hemos visto. Nos quedamos a verla, pero no tiene tanta emoción.
Donde sí que brilla este juego es sin duda en su jugabilidad y su estética. Si eres un amante del parkour o simplemente te apetece salir corriendo y desahogarte un rato, Mirror´s Edge Catalyst es tu juego.
Dado que acabamos de salir de la cárcel y Faith parece estar un poco oxidada, dispondremos de un árbol de habilidades que podremos ir desbloqueando a medida que avancemos en el juego y consigamos puntos de experiencia. Estas técnicas se agrupan en tres subconjuntos que irán haciendo el juego mejor según vayamos siendo capaces de utilizarlas. Yo me decanté en primer lugar por aquellas que otorgan nuevas opciones en el desplazamiento, como rodar al caer desde grandes alturas en lugar de estrellarse. Más que nada porque me parece que son las que más ayudan al ritmo del juego.
Cada vez que Faith echa a correr se siente esa sensación de libertad que ella asegura tener con su vida de runner. La vista en primera persona es de nuevo un rotundo acierto que aporta velocidad y dinamismo al juego, y los controles que en un principio parecen salirse de los esquemas habituales terminan siendo muy intuitivos y coherentes con los entornos.
Al encontrarnos con un obstáculo podremos pasar por encima de él, deslizarnos por debajo, realizar un doble salto contra la pared, resbalar, reventar un sistema informático que nos permita el paso con ayuda de nuestro sistema BEAT o colgarnos de algún punto elevado con el MAG, una especie de gancho extensible que nos permite balancearnos y columpiarnos como Tarzán por la ciudad.
Cuando se consigue realizar un buen número de estas acciones de forma consecutiva y alcanzamos la velocidad máxima es cuando realmente se disfruta del juego. Eso sí, siempre y cuando no nos crucemos por el camino con las tropas de KruegerSec, ya que es posible golpear a uno y seguir corriendo sin perder velocidad, pero si nos enzarzamos en un enfrentamiento contra todos ellos, el ritmo se corta de golpe (nunca mejor dicho).
Estos enfrentamientos pasan el examen con lo justo. Está bien que de vez en cuando se nos presenten adversarios, pero por desgracia el sistema de batalla no funciona tan fluido como el de desplazamiento. En mi opinión, el principal problema es que salvo que utilicemos una pared para saltar, girar 180 grados y golpear a nuestros oponentes, o saltemos sobre ellos con ayuda de algún obstáculo, Faith siempre se detiene para golpearles, y esto frena en seco nuestro ritmo.
Sí que molan los diferentes tipos de soldados enemigos. Algunos atacan cuerpo a cuerpo y sin armadura, otros disparan a distancia, otros son más resistentes, y luego están los Centinelas, fuertes, veloces, y muy duros si no sabemos movernos constantemente y utilizar nuestro entorno.
En función del modo en el que ataquemos a estos adversarios podremos realizar un ataque normal o una espectacular llave que veremos perfectamente ya que la cámara cambiará a una vista en tercera persona.
Otro acierto con peros supone la moda de soltarnos en un mapa de mundo abierto que EA DICE no ha podido evitar seguir en este reboot. A nivel jugable es sin duda gran acierto, ya que se nos permite correr por donde queramos y elegir la ruta que más nos convenga o mejor se nos dé en cada caso, pero también perjudica claramente la narrativa porque resulta tremendamente sencillo entretenerse por el camino y perder el hilo de lo que estábamos haciendo.
También es verdad que esto permite la presencia de un gran número de misiones secundarias dirigidas por el vago de Nomad, la informática Plastic y otros personajes, y de algunos coleccionables que alargarán enormemente la vida útil del juego. Entre todas estas opciones destacaría las balizas que nos permiten crear retos online, de forma que realizamos una carrera, y establecemos el recorrido y nuestra marca para que otros jugadores puedan intentar superar nuestros tiempos. El resto son en general misiones de entregas en las que debemos transportar un objeto de un punto A hasta un punto B sin que este se rompa, es decir, sin aterrizajes forzosos.
Otra mecánica interesante es la posibilidad de hackear las pantallas gigantes que encontraremos por la ciudad, de forma que cuando otros usuarios estén conectados jugando a Mirror´s Edge Catalyst les saldrá en las pantallas de su partida la imagen del avatar que tengamos seleccionado, a modo casi de burla.
Volviendo al apartado artístico diré que la ciudad de Glass es una maravilla. Da gusto desplazarse a toda velocidad de un punto a otro por encima de los blancos edificios aprovechando todo cuanto está a nuestro alrededor para no detener nunca nuestra carrera. La gama de colores utilizados y el uso del rojo como contraste para marcar nuestro camino resulta muy llamativo, y queda realmente bien.
Esta ayuda por cierto, es opcional en esta entrega. Por defecto viene activada la “visión runner” completa, que además de darnos algunas pistas marcando con rojo los obstáculos que deberíamos pasar para seguir nuestra ruta como en el juego original, nos muestra una estela que nos indica completamente por donde tenemos que ir. Como me pareció demasiado sencillo, en mi partida escogí la clásica, aunque también opté por desactivarla por completo cuando me apetecía correr libremente por la ciudad.
Especialmente bello resulta un segmento del mapa que cuenta con una ambientación claramente inspirada en los típicos cerezos en flor japoneses, que también incluye fuentes y estanques en las azoteas de los edificios, y que contrasta por completo con los túneles subterráneos por los que se mueve la facción de Noviembre Negro. En este sentido podría decirse que Mirror´s Edge Catalyst ofrece una buena diversidad de escenarios, todos ellos muy detallados, teniendo en cuenta las limitaciones conceptuales que conlleva la creación de un juego basado en correr por tejados.
Los 60 frames más o menos estables en los que se mueve el juego ayudan a conseguir una mayor inmersión y realismo, y el juego de luces y sombras que la iluminación del motor gráfico Frostbyte ofrece es digno de admirar, aunque en este juego no se le ha sacado el mismo partido que en otros títulos de EA como Star Wars Battlefront.
El apartado visual peca de algún defecto como el popping, (esto es que los objetos aparecen de golpe frente a ti pese a que llevas unos segundos mirando en esa dirección), más frecuente de lo que debería, o algo que personalmente me dolió cuando probé el juego en la Gamescom de 2015. Un juego que se desarrolla en la ciudad de Glass (Cristal), y que presume en varios de sus tráilers de los reflejos de sus objetos, me decepcionó un poco en aquella feria cuando al mirar en la mayoría de los charcos y cristales no encontraba la imagen de Faith al otro lado. Ha pasado casi un año desde entonces, y pese a que di por hecho que lo que estaba probando era una versión en desarrollo, el producto final no lo ha corregido. Sí que se aprecia nuestro reflejo en un buen número de objetos y materiales, pero no en todos los que debería.
Pero para ser justos, diré que las secuencias de vídeo están muy bien hechas, sobre todo al final del juego. Hace tiempo que echaba de menos unas cuantas escenas espectaculares con mucha destrucción y situaciones épicas. Si, de estas que nos han acompañado toda la vida, que parece que tanto molestan hoy en día, y que los estudios intentan eliminar generándolo absolutamente todo con el motor gráfico del juego.
En cuanto a la banda sonora, nada que alegar. Encaja al perfectamente con la ambientación del juego, enfatizando los momentos más sensibleros y aportando el toque épico que se necesita en los momentos de acción, las persecuciones o las huídas.
El juego viene además con un doblaje que está muy bien conseguido. Las voces nos resultarán familiares al igual que con todos los juegos porque parece que en España sólo hay 4 personas capaces de poner voces a los personajes, pero lo cierto es que se agradece poder escuchar las conversaciones en nuestro idioma.
Y no quiero dejar de mencionar los efectos de sonido como nuestras pisadas o saltos, ni la agitada hiperventilación de Faith cuando cometemos un error y caemos desde lo alto de un rascacielos. Gran trabajo en este aspecto.
La conclusión que saco tras terminar Mirror´s Edge Catalyst, es que Electronic Arts ha intentado aprovechar el buen sabor de boca que nos dejó la entrega original readaptando este reboot para conseguir llegar a un mayor número de personas y que ha cometido errores que han impedido que esta entrega alcance el nivel del anterior. Pero no por utilizar un mundo abierto, ni por eliminar el uso de las armas, ni por rediseñar a Faith con un enfoque más occidental.
El problema está en que al desarrollar aquel juego de nicho para PS3 y Xbox 360, sus creadores tenían muy claro qué es lo que querían contar y cómo lo querían. Prestaron atención a todos aquellos detalles que querían realzar y a cómo integrarlos con las mecánicas principales. En esta ocasión han querido abarcar tanto que no han podido con todo. Construir un mundo abierto, con todos sus detalles y sus posibilidades requiere una inversión de tiempo y recursos importante. Tal vez los recursos que habrían hecho falta para pulir los detalles del combate o los reflejos que os mencionaba antes, o para darle una vuelta de tuerca más al argumento y evitar tener que invitarnos a leer el cómic de Mirror´s Edge Exordium dentro del propio juego para darle más empaque a la trama.
Pese a todo, este reboot de la historia de Faith es un buen juego que cuenta con unas mecánicas muy interesantes y que no es fácil encontrar en otros títulos, sobretodo porque este es posiblemente un género que nadie se ha atrevido a explorar como Electronic Arts. Si te gusta el parkour que Assassin´s Creed no llega a ofrecer, o simplemente los juegos de acción y velocidad, Mirror´s Edge Catalyst te gustará. Su historia entretiene y su protagonista mola mucho, aunque podría molar más. Sobre todo si se adaptase a realidad virtual, ejem, ejem.